martes, 3 de septiembre de 2019

DEJEMOS ACTUAR A DIOS...




Ariel Quesada 
Coach de vida

Semillas de sabiduría
Mensajes que cambian vidas

Leer; orar, pensar,reflexionar, determinar, actúar,  amar, dar, comprender y ser feliz.
Ariel Q


"Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos"
 Jeremías 10: 23

                                  Enseñanza

Existen varias circunstancias que hacen que el hombre no siga el camino que Dios le tenía señalado.
Algunas son de su propia elección y otras son provocadas por terceros que interfieren en su vida.

Historia:
De: James McConkey




" Entre las curiosidades que había en una pequeña aldea de pescadores donde estábamos veraneando estaban un par de águilas cautivas. Las habían capturado cuando  tenían menos de dos semanas de edad y las encerraron en una jaula enorme que parecía más bien una habitación.

Los aguiluchos crecieron con el paso de los años, hasta quedar convertidos en magníficos ejemplares de su especie, con alas, que, extendidas, medían más de 1, 80cms.
Un verano cuando fuimos a pasar  nuestras acostumbradas vacaciones, las águilas no estaban.

El dueño nos contó la historia:

- Tuve que salir en un prolongado viaje de pesca por el lago. Durante la ausencia algunos muchachos traviesos abrieron la jaula y dejaron los pájaros en libertad. Ellas inmediatamente trataron de escapar.

Debido a su cautividad de toda la vida, no habían aprendido a volar.

Parecían comprender que Dios las había hecho para  que fueran  algo más que meros seres terrestres.

Después de todos esos años aburridores, el instinto de remontar los cielos aún alentaba sus corazones. Desesperadamante  procuraron emprender el vuelo.

Anduvieron  dando tumbos alrededor de la aldea. Luchaban, caían, batían las alas en esfuerzos inútiles por elevarse hacia la libertad del destino que Dios les tenía designado. Pero todo fue en vano.

Una de ellas trató de volar al otro lado del arroyo, pero cayó indefensa al agua y tuvieron que sacarla para que no se ahogara. La otra después de  una sucesión de desesperados y humillantes  fracasos, se las arregló para alcanzar una de las ramas más bajas de un árbol cercano. Allí la mató un muchacho cruel. Su compañera pronto  corrió la  misma suerte. De esta manera  llegó a su fin la  tragedia de sus vidas.

Desde entonces hemos recordado con frecuencia la trágica lección  de las  águilas prisioneras.
Dios ha diseñado  estas aves  reales para que disfruten  de la herencia noble de la libertad.

Les correspondía ascender en su vuelo real a la luz del sol del mediodía.

Les correspondía instalar sus nidos en  elevados picachos donde  nunca puede llegar el pie del hombre.

Les correspondía afrontar resueltamente con incansables alas  las tormentas del cielo. Había una herencia principesca para ellas. Pero la crueldad del hombre les había  les había  cerrado el acceso a todo esto. Y en vez de la ilimitada libertad planeada para ellas, habían recibido el cautiverio y la impotencia, la humillación y la muerte.

Aún estas aves del cielo  dejaron de cumplir  el gran plan de DIOS para sus vidas. Mucho más puede pasar con  los hijos de los hombres".

Fuente: Manantiales en el desierto.



www.semillasdesabiduria.com
Bogotá Colombia.
     





                                    

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