Octubre 31
Semilla # 290 de 365
Descansa
Cuenta la leyenda que Midias, el hijo de Cibeles,
pidió a los dioses una gracia muy extraña: que todo lo que tocase, se convirtiera en oro. Los dioses se la concedieron.La alegría que sintió Midias fue casi incontenible, porque ya se veía con las manos llenas de oro y sus arcas llenas de riqueza. Pero muy pronto se dio
cuenta de que ahí estaba precisamente su desgracia. Por que tocaba sus sandalias , y éstas se convertían en oro, tocaba sus vestidos , y lo mismo, tocaba un plato, una cuchara, un alimento y también se convertían en oro.Total que quería comer y no podía; por lo cual añade la leyenda, murió siendo riquísimo pero miserabilísimo.
A muchísima gente le ocurre algo parecido. toda su vida se desenvuelve en función del trabajo, con el fin de hacer dinero, de montar negocios, de levantar empresas.Y lo consigue. Pero, ¿a qué precio?. Olvidando sus valores trascendentales como hombre, como cristiano, y como esposo y padre. De manera que, como Midias , se vuelve riquísimo, pero , a la vez, miserabilísimo. Porque no descansa, no goza de las delicias del hogar, no es feliz. En una palabra, no vive, sino que se desvive. Y en vez de trabajar para vivir, vive para trabajar.
Ya veo que me estás diciendo: Y si no trabajo todo el día, ¿cómo vivo? y ¿cómo vive mi familia?. Te creo.Tienes que trabajar por supuesto.Pero también tienes que aprender a hacer paréntesis obligados en tu trabajo, para que no te conviertas en un esclavo del mismo.Tu vida no debe ser sólo trabajar.Ni sólo hacer dinero y más dinero, negocios y más negocios.Tienes otras obligaciones, tienes quizá unos hijos, una esposa, un esposo; ¡tienes un hogar!. Entonces, por favor, no lo conviertas en un hotel de primera, de segunda o de sexta categoría, como si fuese sólo un lugar para comer y para dormir, y a veces, ni siquiera para eso.
Mira: Es preferible que trabajes dos horas menos. aunque seo suponga una merma económica en tus entradas y las dediques a los tuyos en el hogar, que no trabajes hasta muy tarde, sin tiempo para dialogar con los tuyos, para gustar de las delicias del hogar y para ejercer tu importantísimo papel de amigo, esposo, padre y educador de tus hijos. Si ésto no haces vas acabar siendo magnífico trabajador, pero pésimo amigo, esposo y mal papá, con peligro de que tu esposa e hijos te miren como huésped. No dudo que todo eso lo haces con la mejor voluntad, pero también la buena voluntad debe ser bien orientada.
Piensa en cómo llegas a tu casa después de un día acelerado de trabajo: cansado, fatigado, tenso, malhumorado y propenso a explotar, con ganas de tumbarte en el sofá para ver un programa de televisión. Y que ninguno te moleste, por que no estás dispuesto a hablar con nadie. Y así un día y otro día. francamente, una vida así, deja mucho que desear.
El trabajo excesivo crea cansancio, neurosis, tensión, irritabilidad, amargura, disgustos, peleas, y peligros para la estabilidad del hogar.
Amigo:
Acepta mi consejo: Trabaja, pero saca tiempo para descansar, para dialogar con tu familia, para gozar de las cosas lindas del hogar, para charlar con tus amigos.
No seas esclavo de tu trabajo.
¡Sé libre!
¡¡Goza de la vida!!
La mejor red social y de negocios es una mesa rodeada de las personas que tú más quieres.
Ariel Antonio Quesada Tapias.
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