viernes, 30 de marzo de 2018

MEMORANDO DE DIOS


AQUARELAS

AQ Ariel Quesada

Coach de vida
Liderazgo que transforma.

Mensajes que cambian vidas







 

Semilla # 223 de 365




Semillas de sabiduría
Mensajes que cambian vidas
Lee, piensa, cree, reflexiona, determina, actúa, ama, comprende y sé feliz.

Hoy aprendo:

El memorandum de Dios
Para Ti
De DIOS

Acepta el consejo.
Escucho tu lamento

Este atraviesa la oscuridad, se filtra a través de las nubes, se mezcla con la luz de las estrellas y se abre camino hasta mi corazón siguiendo la trayectoria de un rayo de sol.

Me he angustiado al escuchar el lamento de una liebre asfixiándose en el lazo de una trampa del cazador, por el gorrión que ha caído del nido de su madre, por un niño que se debate impotente en un estanque, y por un hijo que vierte su sangre clavados y oen una cruz.

Sabe que también te escucho a tí. Está en paz, está tranquilo.

Te traigo alivio para tu pena, porque conozco su causa... y también su cura.

Lloras por todos los sueños de tu infancia, que se han desvanecido con el transcurso de los años.

Lloras por toda tu dignidad que se ha visto corrompida por el fracaso.

Lloras por todo ese potencial que tienes y que has trocado por la seguridad.

Lloras por toda tu individualidad que ha sido pisoteada por las multitudes.

Lloras por todo tu talento que se ha desperdiciado por el mal uso que has hecho de él.

Te consideras a ti mismo con vergüenza y te apartas aterrado de la imagen que ves reflejada en el estanque. ¿Quién es ese remedo de humanidad que te devuelve la mirada con los insensibles ojos de la vergüenza?.

¿En dónde han quedado la gracia de tus modales, la belleza de tu figura, la agilidad de tus movimientos, lo talentoso de tu conversación?
¿Quién te despojó de tus bienes?
¿Conoces la identidad del ladrón, como la conozco yo?

Una vez colocaste tu cabeza sobre una almohada de césped en el campo de tu padre y alzaste la mirada hasta una  catedral de nubes y entonces supiste que con el tiempo, todo el oro de Babilonia será tuyo.

Alguna vez leíste incontables libros y escribiste muchas tablillas, convencido más allá de toda duda de que llegarías a igualar, incluso a superar, toda la sabiduría de Salomón.

Y las estaciones  seguirán fluyendo hasta desembocar en años y he aquí que reinarías como soberano supremo en tu propio jardín del Edén.

¿Acaso no recuerdas quien implantó en tu ser todos esos  planes y sueños y esas semillas de esperanza?

No puedes recordarlo.

¿No tienes el menor recuerdo del momento en que emergiste del vientre de tu madre y yo puse mi mano sobre tu suave frente, ni del secreto que murmuré  en tu pequeño oído cuando te concedí todas mis bendiciones?

¿Recuerdas nuestro secreto?

No puedes recordarlo.

El paso de los años ha destruido tus remembranzas, ya que ha saturado tu mente de temores, dudas, ansiedades, remordimientos y odio. Y ya no queda lugar para los recuerdos agradables en un sitio donde morar todas esas bestias.

Ya no llores más. Estoy contigo... y este momento marcará la línea divisoria de tu vida. Todo eso que ha sucedido antes no es sino algo muy semejante a todo ese tiempo  en que dormiste en el seno de tu madre. Lo pasado está muerto. Deja que los muertos sepulten a los muertos.

Este día regresas de entre los que están muertos en vida.

Este día,  igual que  Eliseo con el hijo de la viuda, me extiendo tres veces por encima de tí y vuelves a vivir.

Este día, lo mismo que Elías con  el hijo de la sunamita, uno mis labios a los tuyos y mis ojos a los tuyos y pongo mis manos sobre las tuyas y tus carnes vuelven a recobrar el calor.

Este día, lo mismo que Jesús  frente a la tumba de Lázaro, te ordeno que te levantes y abandones la sepultura de tu ruina a fin de que  inicies una nueva vida.

Este es el día en que naces.
Es tu nueva fecha de nacimiento. La primera parte de tu vida, como sucede en una obra de teatro, solamente fue un ensayo. Esta vez se ha alzado el telón. En esta ocasión el mundo observa para aplaudirte. Esta vez no fallarás.

Enciende tus velas. Comparte tu pastel.Sirve el vino. Has vuelto a nacer.

Como una mariposa  que rompe su crisálida, podrás volar... vuela tan alto como lo desees y ni las avispas ni las libélulas, ni las mantis de la humanidad serán un obstáculo para tu misión  o para tu búsqueda  en pos de las verdaderas riquezas de la vida.

Siente mi mano sobre tu cabeza.

Atiende a mi sabiduría.

Deja que comparta contigo, una vez más el secreto que escuchaste en el momento de tu nacimiento y del  cual te has olvidado.

Tú eres mi milagro más grande.

Tú eres el milagro más grande del mundo.

Esas fueron las primeras palabras  que escuchaste. Después lloraste, todos lloran.

En ese momento no me creíste... y durante todos estos años pasados no ha sucedido algo que enmiende tu incredulidad, pues ¿cómo podrías ser un milagro cuando te consideras un fracaso en la más humilde de las tareas?.
¿Cómo puedes ser un milagro cuando tienes tan poca confianza para enfrentarte a la más trivial de las responsabilidades?
¿Cómo puedes ser un milagro cuando te sientes encadenado por las deudas y permaneces despierto, atormentado al pensar de dónde vendrá el pan del día de mañana?

Ya basta. La leche que se derrama es agria. Sin embargo, ¿cuántos profetas, cuántos hombres sabios, cuántos poetas, cuántos artistas, cuántos compositores, cuántos científicos, cuántos filósofos y mensajeros he enviado con la palabra de tu divinidad, de tu potencial para alcanzar la santidad y para hablarte de los secretos del logro? ¿Y cómo los trataste?

Pero a pesar de todo te sigo amando y en estos momentos estoy contigo, a través  de estas palabras, para cumplir con las palabras del profeta que anunció que el Señor  volverá a pasar  su mano, por segunda vez, para recuperar los remanentes de su pueblo.

He vuelto a posar mi mano.

Esta es la segunda vez.

Tú eres mi remanente

Sería en vano preguntar, ¿acaso no lo has sabido, no lo has escuchado, no se te dijo desde el principio, no lo has comprendido desde el fundamento de la tierra?

¿No lo has sabido; no lo has escuchado; no lo has comprendido?

Se te ha dicho que eres una obra especial, noble en su razón, infinita en sus facultades, precisa y admirable en su forma y movimiento, como un ángel en acción, como un dios  en cautiverio.

Se te ha dicho que eres la sal de la tierra.

Te fue concedido incluso el secreto de mover las montañas, de realizar lo imposible.


Pero no le creíste a nadie. Quemaste el mapa que  te conduciría a la felicidad, abandonaste tu derecho a la paz mental, apagaste de un soplo las velas  que se habían colocado a lo largo del sendero a la gloria que se te había destinado y después tropezaste, perdido y atemorizado, en medio de la oscuridad de la utilidad y la autocompasión, hasta que al fin caíste en un infierno de tu propia creación.


Entonces lloraste y te diste golpes en el pecho, maldiciendo la suerte que te había correspondido. Te rehusaste a aceptar las consecuencias de tus propios pensamientos mezquinos y de tus acciones indolentes y buscaste un chivo expiatorio a quien culpar de tu fracaso. Que pronto lo encontraste.

¡Me culpaste a mí!

Te lamentaste, diciendo que tus  impedimentos, tu mediocridad, tu falta de oportunidad, tus fracasos... ¡ eran la voluntad de Dios!

¡ Estabas equivocado!

Hagamos un inventario. En primer lugar, vamos a hacer una lista de tus desventajas, porque, ¿como puedo pedirte que construyas una nueva vida, si no dispones de las herramientas necesarias?

¿Estás ciego?
¿Acaso el sol sale  y se pone sin que tú seas testigo de ello?
No. Puedes ver... y los cien millones de receptores que he instalado en tus ojos te permiten disfrutar de la magia de una hoja, de un copo de nieve, de un estanque, de un águila, de un niño, de una nube, de una estrella, de una rosa, de un arco iris... y de una mirada de amor. Anota una bendición.

¿Estás sordo?
¿Puede un bebé llorar o reír sin atraer tu atención?

No. Puedes oír... y los 24.000 filamentos que he construído en cada uno de tus oídos vibran con el viento que sopla entre los árboles, con las olas que azotan contra las rocas, con la majestuosidad de una ópera, con la súplica de un petirrojo, con  la risa de los niños mientras juegan.... y con las palabras " Te amo". Anota otra bendición.

¿Estás mudo?
¿Acaso tus labios se mueven y sólo emiten saliva?

No. Puedes hablar .... como no puede hacer  ninguna de mis criaturas, y tus palabras pueden calmar al colérico, animar al desesperanzado, estimular al cobarde, alentar al desdichado, brindarle amistad al solitario, alabar al prócer, darle ánimo al vencido, enseñar al ignorante... y decir " Te amo". Anota otra bendición

¿Estás paralítico?
¿Tu desvalida forma es un despojo de la tierra?

No. Puedes moverte. No eres un árbol condenado a permanecer en una pequeña parcela de tierra, mientras el viento y el  mundo abusan de ti. Puedes estirar tus manos y piernas  y correr, bailar, trabajar, ya que en tu interior he diseñado 500 músculos, 200 huesos, y 11 kilómetros de fibras nerviosas, todo ello sincronizado por mí para obedecer tus mandatos. Anota otra bendición.

¿ No amas ni eres amado?
¿Te sientes hundido en la soledad, noche y día?

No. ya no. Puesto que ahora conoces el secreto del amor, que para recibir amor debes darlo sin la esperanza de que sea retribuido. 
Amar por obligación, por satisfacción o por orgullo no es amor.
El amor es un don por el cual no se exige nada a cambio.
Ahora ya sabes que el amor sin egoísmo encuentra en sí su propia recompensa. E incluso en el caso de que el amor no sea correspondido no se pierde, puesto que ese amor  que no te ha sido devuelto, volverá a fluir hacia ti, suavizando y purificando tu corazón.
Anota otra bendición. Y anótala como si fuera doble.

¿Está afectado tu corazón?
¿Sientes que se te escapa y se agota para mantenerte con vida?

No. Tu corazón es fuerte. Lleva tu mano al pecho y siente su ritmo, latiendo una hora tras hora, día y noche. 36 millones de latidos cada año, un año tras otro, dormido o despierto, bombandeando tu sangre a lo largo de más de 96.000 kilómetros de venas, arterias y tuberías, bombeando más de 2 millones 70.000 litros de sangre cada año.
El hombre jamás ha creado una máquina semejante.
Anota otra bendición

¿Padeces alguna enfermedad de la piel?
¿Acaso las personas se dan vuelta horrorizadas cuando se acercan a ellas?

No. Tu piel está sana y es una maravilla de la creación, que sólo necesita que cuides de ella con agua y jabón, un cepillo y amor. Con el tiempo todos los aceros se deslustran  y se enmohecen, pero no tu piel.  A la larga , el más resistente de los metales se desgasta con el uso. Pero esto no sucede  con esa capa que he construido a tu alrededor. Constantemente se renueva a sí misma y nuevas células reemplazan a las viejas.
Así como tu antiguo yó, ahora se está viendo reemplazado por el nuevo. Anota otra bendición.

¿Están contaminados tus pulmones?
¿El aliento de la vida lucha por entrar a tu cuerpo?

No. Tus puertas que se abren a la vida te sostienen incluso  en el más repugnante de los ambientes de tu propia creación, y siempre trabajan para filtrar el oxígeno vivificante a través de 600 millones de cavidades formadas por los pliegues de tu carne , al mismo tiempo que liberan a tu organismo de los desperdicios gaseosos.
Anota otra bendición.

¿ Está envenenada tu sangre?
¿Está diluida  con agua y pus?

No. Dentro de tus 5 litros de sangre existen 22 billones de células sanguíneas y dentro de cada molécula  existe un átomo que oscila  a más de 10 millones de veces cada segundo.
Cada segundo mueren 2 millones de células sanguíneas para ser reemplazadas por  otros 2 millones  nuevas, en una resurrección  que no  se ha visto interrumpida desde el momento de tu nacimiento. Anota otra bendición.

¿Eres débil mental?
¿Ya no puedes pensar por ti mismo?

No. Tu cerebro es  la estructura  más compleja de todo el universo. Lo sé.
En sus 1.300 gramos de peso existen 15 millones de células, una  cifra tres veces mayor  que el número de personas que habitan  sobre la faz de la tierra. Para ayudarte a archivar cada percepción, cada sonido, cada sabor, cada olor,  cada acción; que has experimentado desde el día de tu nacimiento. He implantado en el interior de tus células más de 1.000 trillones de moléculas proteicas. Cada uno de los incidentes de tu vida se encuentra almacenado, allí, en espera sólo de tu recordación. Y para  auxiliar a tu cerebro en el control de tu cuerpo, he dispersado por todo tu organismo 4 millones de  estructuras sensibles al dolor, 500.000  detectores de temperatura.
Ninguna nación  tiene sus reservas de oro mejor protegidas  de lo que estás tú. Ninguna  de sus antiguas maravillas es más grande que tú.

Tú eres mi mejor creación

Dentro de tu ser existe suficiente energía atómica para destruir  cualquiera de las ciudades más grandes del mundo... y para reconstruirla.

¿Eres pobre?
¿No tienes oro ni plata en tus bolsillos?

No. ¡ Eres rico!
Juntos acabamos de  hacer un inventario de tus riquezas. Estudia bien la lista. Vuelve  a contarlas. ¡ Cuenta tus bienes!

¿Por qué te has traicionado?
¿Por qué te has lamentado diciendo que fuiste despojado de todas las bendiciones  de la humanidad?
¿Por qué te engañaste pensando que eras impotente para cambiar de vida?
¿Acaso careces de talento, sentidos, habilidades, placeres, instintos, sensaciones y orgullo?
¿Has perdido toda esperanza?
¿Por qué te arrastras  entre las sombras, como un gigante derrotado en espera sólo  de un compasivo transporte hacia el bienvenido vacío  y la humedad del infierno?

Tienes tantas cosas. Tus bendiciones se desbordan  de tu copa... y tú te has mostrado negligente con ellas, como un niño mimado en medio de los lujos, puesto que Yo te las he conferido con generosidad y con regularidad.

Respóndeme.

Respóndete a ti mismo.

¿Qué hombre opulento, anciano y enfermo, débil e impotente, no cambiaría todo el oro  que hay en sus bóvedas por todas las bendiciones que tú has  has tratado  tan a la ligera.

Aprende entonces a conocer el primer secreto para alcanzar la felicidad y el éxito, que tú posees  incluso en este momento, todas las bendiciones necesarias para obtener  una inmensa gloria. Son tu tesoro, tus herramientas con las cuales construir, a partir del día de hoy, los cimientos para una vida nueva y mejor. 

Por tanto, haz como te digo, cuenta tus bendiciones y sabe que ya eres  mi máxima  creación. Esta es la primera ley  a la cual debes obedecer a fin de realizar el milagro más grande del mundo, el regreso de tu humanidad desde la muerte en vida.

Y muéstrate agradecido por las lecciones  que has aprendido en medio de la pobreza. Ya que no es pobre el que tiene poco; sólo es el que desea mucho... y la verdadera seguridad radica no en las cosas que un individuo posee, sino en las cosas de las cuales puede prescindir.

¿En dónde están las desventajas  que ocasionaron tu fracaso? Sólo existían en tu mente.

Cuenta tus bendiciones.

Y la segunda ley es muy semejante a la primera. Proclama tu naturaleza excepcional, tu individualidad.

Te habías condenado a una fosa común y allí yacías, incapaz de perdonar  tu propio fracaso, destruyéndote  con el odio  hacia ti mismo, con autoincriminaciones y repugnancia entre los crímenes que cometiste en contra de ti mismo y de los demás.

¿Acaso no te sientes perplejo?
¿No te preguntas por qué yo puedo perdonar tus fracasos, tus transgresiones, tu despreciable conducta... cuando tú no eres capaz de perdonarte a ti mismo? 

Ahora, me dirijo a ti por tres razones.
Me necesitas. No eres un individuo entre una muchedumbre que se encamina a la destrucción en medio de una grisácea masa de mediocridad. Y eres algo excepcional y maravilloso.

Examina una pintura de Rembrandt, un bronce de Degas, un violín hecho por Stradivarius o una obra de Shakespeare. Tienen un gran valor por dos razones: Sus creadores fueron maestros y su número  es muy reducido. Sin embargo , existe más de uno en cada una de esas ramas.

Si nos basamos en este razonamiento, tú eres el tesoro más valioso  sobre la faz de la tierra, puesto que sabes  quien fue tu creador y también sabes  que sólo hay un  ser como tu.

Jamás entre los 70.000 millones de seres humanos que han caminado sobre este planeta  desde el inicio de los tiempos, ha habido alguien que sea exactamente igual a ti.

Nunca hasta el final de los tiempos , existirá otro ser  humano igual a ti.

No has demostrado que conoces o aprecias tu singularidad.

Y sin embargo, eres el ser más raro y singular en todo el mundo.

Desde su padre, en su momento de supremo amor, fueron incontables semillas de amor, cuyo número sumó más de 400 millones. Todas ellas, mientras nadaban el seno de tu madre, entregaron el alma y murieron, ¡ todas, excepto una! Tú.

Solamente tú perseveraste en el amoroso calor del cuerpo de tu madre, en busca de tu otra mitad, una sola célula de tu madre, tan pequeña, que se necesitarían más de 2 millones de ellas para llenar la cáscara de una bellota. No obstante a pesar  de las imposibles probabilidades, en este vasto océano  de oscuridad y desastre, tú perseveraste y logrando encontrar esa infinitesimal célula, te uniste a ella, para iniciar una nueva vida. Tu vida.

Llegaste, trayendo contigo, como lo hace  cada niño, el mensaje de que aún no me he decepcionado del hombre. Dos células, unidas ahora en un milagro. . Dos células cada una de ellas conteniendo 23 cromosomas y dentro de cada cromosoma cientos de genes, los cuales controlarían  cada una de tus características, desde el color de tus ojos, hasta el encanto de tus modales y el tamaño de tu cerebro.

Teniendo bajo mi mano todas esas combinaciones, empezando con ese único espermatozoide entre los 4 millones de tu padre, gracias a los cientos de genes en cada uno de los cromosomas de tu madre y de tu padre, podría haber creado 300 mil millones de seres humanos, cada uno diferente de los demás.

¿Pero, quién fue el ser creado por mí?

¡Tú! único en su clase. El más excepcional entre  los más excepcionales. Un tesoro inapreciable, poseedor de cualidades mentales y de lenguaje, de movimiento y de apariencia y capaz de acciones como ningún otro ser haya vivido, viva, o vivirá.

¿Por qué te has valorado en centavos, cuando eres digno del valor de rescate de un rey?

¿Por qué escuchaste a todos aquellos que te menospreciaron... y lo que es es aún peor, por qué les creíste?

Acepta el consejo. Ya no ocultes tu singularidad en la oscuridad. Haz que salga a relucir. Muéstrasela al mundo. No te esfuerces por caminar  como camina tu hermano, ni en hablar  como habla tu líder, ni en trabajar  como lo hace el mediocre.
Jamás hagas lo que hacen los demás.
Nunca imites, porque cómo podrás saber que no estás imitando el mal; y aquel que imita el mal siempre va más allá  del ejemplo que le han dado, mientras que el que imita el bien, siempre se queda corto.
No imites a nadie.
Sé tu mismo. Demúestrale  al mundo tu singularidad y todos te cubrirán de oro. Esta es entonces, la segunda ley

Proclama tu singularidad

Y ahora ya has recibido dos leyes

¡ Cuenta tus bendiciones!
¡Proclama tu singularidad!

No tienes ninguna desventaja. No eres un ser mediocre.

Asientes. Luces una sonrisa forzada. Reconoces que te has engañado a a ti mismo.

¿Y que me dices de tu siguiente queja?
¡ La oportunidad jamás  sale a tu encuentro!

Acepta el consejo y te saldrá al paso.
Ya que ahora te ofrezco  la ley del éxito en toda empresa. 
Hace muchos siglos  se les dio esta ley a tus antepasados, desde la cima de una montaña. Algunos acataron la ley y he aquí  su vida se vio colmada de  con el fruto de la felicidad, el logro, el oro y la paz mental.
La mayoría no escuchó, pues buscaba medios mágicos, senderos tortuosos, o esperaba que el dominio llamado suerte les hiciera  entrega de todas las riquezas de la vida.

Todos ellos esperaron en vano... así como tu esperaste, y después se lamentaron, lo mismo que tú te lamentaste, culpando  de su  falta de suerte a mi voluntad.

La ley es muy sencilla. 
Jóvenes o ancianos, mendigos o reyes, blancos o negros, hombres o mujeres... Todos pueden emplear este secreto en beneficio propio; ya que de todas las reglas, de todos los discursos y escritos que versan sobre el éxito y la fama, sólo existe un método que jamás ha fallado... a cualquiera que te exija  que lo acompañes un kilómetro...acompáñalo dos.

Esta es entonces la tercera ley...
El secreto que te producirá riquezas y que hará que seas aclamado más allá de todos tus sueños.
¡ Sigue adelante otro kilómetro!

El único medio para alcanzar el éxito es prestar  más  y mejores  servicios de los que se esperan de ti, sin importar cuáles puedan ser las tareas.
Es un hábito que han seguido todas las personas que han tenido éxito desde los inicios de los tiempos. Por tanto, te digo que el camino más seguro para  condenarte a la mediocridad es de desempeñar únicamente aquellas tareas por las cuales te pagan.

No pienses que te estafan si rindes más de las monedas de plata que recibes. Ya que en la vida existe un péndulo para todo. Y el sudor de tu frente, si no se vio recompensado el día de hoy, lo será el día de mañana, multiplicado 10 veces.
El mediocre nunca camina otro kilómetro, ya que piensa que por qué habría de estafarse a sí mismo.
Pero tú no eres ese mediocre.
Caminar un kilómetro más es un privilegio del cual debes apropiarte por iniciativa propia.
No puedes, no debes evitarlo.
Despreocúpate, haz sólo tan poco como  los demás y la responsabilidad de tu fracaso será únicamente tuya.

No puedes prestar un servicio sin recibir la justa recompensa, como tampoco puedes evitar prestarlo sin sufrir la pérdida de la recompensa. Causa y efecto, medios y fines, semilla y fruto. Son cosas que no se pueden separar. El efecto ya florece en la causa, El fin preexiste en el medio y el fruto siempre está en la semilla.

Sigue adelante otro kilómetro.

No te preocupes si sirves a una amo ingrato. Sírvelo aún más.

Y en vez de él, permite que sea yo tu deudor, ya que entonces sabrás que cada minuto, cada esfuerzo de un servicio adicional, será pagado con creces. Y no te preocupes en cada caso de que tu recompensa no llegue pronto. Ya que entre más tiempo te sea retenido el pago, tanto mejor para ti...puesto que el mayor beneficio que la ley son los intereses compuestos sobre los intereses compuestos.

No puedes exigir el éxito, sólo puedes merecerlo...
Y ahora ya conoces el maravilloso secreto que es necesario para merecer tu singular recompensa

¡Camina otro kilómetro!

¿En dónde está ese campo desde  donde una vez clamaste que no había la menor oportunidad?
! mira!, mira a tu alrededor.
Observa, en donde apenas ayer te revolcabas en los desechos de tu autocompasión.
Ahora caminas erguido  sobre una alfombra de oro. Nada ha cambiado... Excepto tú, pero tú, lo eres todo.

Tú eres mi milagro más grande
Tú eres el milagro más grande del mundo.

Y ahora las leyes de la felicidad y el éxito son tres:
¡Cuenta tus bendiciones¡
¡ Proclama tu singularidad!
¡ Camina otro kilómetro!

Muéstrate paciente con tu progreso.
Contar tus bendiciones con gratitud,
proclamar con orgullo tu singularidad,
avanzar un kilómetro adicional,y después otro, son actos que no se llevan en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, todo aquello que se adquiere con más dificultad es lo que se conserva durante mayor tiempo.
Como quienes han ganado una fortuna se muestran más cuidadosos de ella que aquellos que la han heredado.

Y no temas adentrarte en tu nueva vida.
Toda adquisición noble va acompañada de riesgos. El que teme tropezarse con estos últimos, no debe esperar el logro de la primera.
Ahora ya sabes que eres un milagro.
Y no puede existir el temor en un milagro.

Siéntete orgulloso.
No eres el capricho momentáneo de un despreocupado creador que experimenta en le laboratorio de la vida. No eres esclavo de fuerzas que no puedes comprender. Eres una libre manifestación  de una fuerza que sólo es mía, de un amar que sólo es mío. Fuiste creado con un propósito.

Siente mi mano. Escucha mis palabras.

¡Tú me necesitas... y yo necesito de ti!

Tenemos un mundo que debemos reconstruir... y si para ello se necesita un milagro, ¿qué significa eso para nosotros?

Ambos somos un milagro y ahora nos tenemos el uno al otro.

Jamás he perdido la fe en ti, desde ese día en que  por primera vez te hice girar en una gigantesca ola, arrojándote impotente sobre la arena. Según tu manera de medir el tiempo. Eso sucedió hace más de 500 millones de años. Hubo un gran número de modelos, muchas formas y muchos tamaños antes de  llegar  a la perfección en ti  hace más de 30.000 años, no he vuelto a hacer ningún esfuerzo adicional por mejorar lo que hice en ti.

Ya que ¿Cómo es posible mejorar un milagro?
Fuiste algo maravilloso de contemplar y me sentí complacido. Te entregué este mundo y el dominio sobre él. Después. a fin de permitirte que alcanzaras tu pleno potencial, coloqué mi mano sobre ti, una vez más, y te doté de poderes desconocidos para cualquier otra criatura en el universo, incluso hasta este día.

Te concedí el poder de pensar
Te concedí el poder de amar
Te concedí el poder de desear
Te concedí el poder reír
Te concedí el poder de imaginar
Te concedí el poder de crear
Te concedí el poder de planear
Te concedí el poder de hablar
Te concedí el poder de orar.

Mi orgullo en tí no conoció límites. 
Fuiste mi máxima creación, mi milagro más grande. Un ser viviente completo. Un ser capaz de adaptarse a cualquier clima, a cualquier penuria. Un ser capaz de controlar su propio destino, sin ninguna interferencia de mi parte. Un ser capaz de traducir una sensación o una percepción, no por instinto, sino a través del pensamiento y la liberación, en cualquier situación que sea mejor para si mismo y para toda la humanidad.

Así hemos llegado a la cuarta ley para alcanzar el éxito y la felicidad... Ya que concedí un poder más, un poder tan grandioso que ni siquiera mis ángeles lo poseen

Te concedí el poder de elegir

Con este don te sitúe incluso por encima de mis ángeles... ya que los ángeles no son libres de elegir el pecado.
Te concedí un poder absoluto sobre tu destino. Te dije que deberías determinar, por ti mismo, tu propia naturaleza de acuerdo con tu libre albedrío. Al no ser de naturaleza divina ni terrenal, estuviste en libertad de modelarte en cualquier forma que prefirieras.
Tuviste el poder de elegir si querías degenerar en una de las formas más bajas de la vida.
Pero también  tuviste el poder, de acuerdo con el juicio de tu espíritu, de renacer en las formas más elevadas, que son divinas.

Jamás te he quitado ese grandioso poder de elegir

¿Qué has hecho con esa tremenda fuerza?
Contémplate a ti mismo.
Piensa en las elecciones que has hecho en tu vida y recuerda, ahora esos amargos momentos en que habrías estado dispuesto a caer de rodillas sin tan sólo hubieses tenido la oportunidad de volver a elegir.

Lo pasado, pasado está... Y ahora ya conoces la  cuarta  gran ley de la felicidad y el éxito. Emplea con sabiduría tu poder de elección.

Elige amar...en vez de odiar
Elige reír...en vez de llorar
Elige crear... en vez de destruír
Elige perseverar...en vez de renunciar
Elige alabar... En vez de criticar
Elige curar... en vez de herir
Elige dar... en vez de robar
Elige actuar...en vez de aplazar
Elige crecer... en vez de cooromperte
Elige orar...en vez de maldecir
Elige vivir... En vez de morir.

Ahora ya sabes que  tus infortunios no fueron obra de mi voluntad, ya que se te había conferido todo el poder, y la acumulación de hechos y pensamientos que te  colocaron entre los despojos de la humanidad, fueron obra tuya, no mía. Mis dones de poder resultaron demasiado grandes para su pequeña naturaleza. Ahora has crecido y has adquirido sabiduría y tuyos será los frutos de la tierra.

Eres algo más que un ser humano. eres un ser humano digno.

Eres capaz de lograr grandes maravillas,
tu potencial es ilimitado.
¿Quién más, entre mis criaturas, ha dominado el fuego?
¿Quién más, entre mis criaturas, ha conquistado la ley de gravedad, ha cruzado los cielos, ha conquistado la enfermedad, la peste y la sequía?

¡ jamás vuelvas a menospreciarte!
¡ Jamás te conformes con las migajas de la vida!

!A partir de este día, jamás ocultes tus talentos!


Recuerda al niño que dice:
" Cuando sea un niño grande". Pero, ¿ qué significa eso?
Ya que el niño grande dice: " Cuando sea adulto". Y cuando llega a la edad adulta dice: " Cuando contraiga matrimonio". Pero después de todo, ¿qué significa estar casado?. Entonces ese pensamiento cambia a " Cuando me jubile" . Y después llega la jubilación y mira hacia atrás  el paisaje que ha recorrido; un viento helado lo ha barrido y de alguna manera se ha perdido de todo, y ahora ha desaparecido.

Disfruta del día de hoy... y mañana disfruta de mañana.

Has realizado el milagro más grande del mundo

Has regresado de de una muerte en vida.

Ya no volverás a sentir compasión de ti mismo, y cada día será un desafío y una gran alegría.

Has vuelto a nacer...
Pero lo mismo que antes, puedes elegir entre el fracaso y la desesperación, o el éxito y la  felicidad.
La elección es sólo tuya.
Yo únicamente puedo  observar como antes... Lleno de orgullo o de pesadumbre

Recuerda entonces, las  cuatro leyes de la felicidad y el éxito:

1-Cuenta tus bendiciones.
2- Proclama tu singularidad
3- Camina otro kilómetro
4- Emplea con sabiduría tu poder de elección.

Y existe otra más  para que se cumplan las otras cuatro.
Haz todas las cosas con amor.
Amor hacia ti mismo,
amor hacia los demás,
amor hacia mí.

Enjuga tus lágrimas.
Estira tu mano.
Toma la mía
y mantente erguido.

El día de hoy has sido notificado
Tú eres el milagro más grande del mundo
Fuente: Og Mandino.


        
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Ariel Antonio Quesada Tapias
 Coach de vida
Liderrazgo transformador.

Facilitador en procesos de humanización y crecimiento personal

Correo: asemillasdesabiduria@gmail.com
Bogotá Colombia  

As.

Blog preservado por la 
Biblioteca Nacional de Colombia



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta publicación es un mensaje directo y personal que esperamos de Dios, es una ayuda y una terapia diaria. leyendo estas publicaciones podemos crecer como personas y llegar el anhelado éxito que todos queremos.

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