viernes, 18 de julio de 2014

Una historia para meditar

SEMILLA # 4400.
BOGOTA COLOMBIA.
HOY APRENDO:


Esta es la historia de un joven que tenía  muy mal carácter.
Su padre le dio una bolsa llena de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día el muchacho clavó 37 clavos, las semanas que siguieron, a medida que el  aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos. Pronto descubrió que era más fácil controlar su genio, que clavar clavos detrás de la puerta.

LLegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.Despúes de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que  lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el  joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo:" has trabajado duro,hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la superficie de la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.
Tu puedes tratar mal a alguien y luego retirar lo dicho,pero del modo como se lo digas lo devastará y la cicatriz perdurará para siempre.Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física"

LOS AMIGOS SON JOYAS PRECIOSAS, nos hacen reir i nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención, y siempre están prestos a abrirnos su corazón.
Patricia y Sergio.

" Cada virtud sólo necesita un hombre;
   pero la amistad necesita dos"
   Montaigne.


Mensajes que cambian vidas.
Lee, piensa, reflexiona y actúa.
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