viernes, 5 de junio de 2015

Noviembre 23 : Semilla # 327 -La profesión de vendedor: El pergamino número 5

Noviembre 23
Semilla # 327 de 365 


Bogotá Colombia.
Hoy aprendo:




Viviré este día como si fuese el último día de mi vida.

¿ Y qué haré  con este último día de valor incalculable 
que me queda?

Primero, sellaré  el contenido de la vida de manera que ni una
gota se derrame sobre la
arena.

No perderé  ni un momento siquiera en lamentarme por las 
desgracias del ayer, porque ¿Por qué debo desperdiciar lo
que es  bueno en lo malo?.

¿ Puede la arena deslizarse hacia arriba en el reloj?.

¿ Saldrá el sol donde se pone y se pondrá donde sale?.

¿Puedo vivir de nuevo los errores del ayer y corregirlos?.

¿Puedo  hacer que retornen las heridas del ayer y sanarlas?.

¿Puedo volverme más joven que ayer?.

¿ Puedo desdecirme  del mal que he hablado, anular los  golpes que he asestado, el dolor que he provocado?.

No, el ayer ha quedado sepultado para siempre y no pensaré más 
en él.

Viviré  hoy como si fuera el último día  de mi existencia.

¿Y qué haré entonces. Olvidándome del ayer, no pensaré tampoco en el mañana.

¿Por qué  arrojaré  el ahora detrás del quizá?.

¿Puede la arena del mañana correr por el reloj antes que la de hoy?.

¿Nacerá el sol dos veces esta mañana?.

¿Puedo realizar las tareas del mañana mientras  me hallo en la senda del hoy?.

¿Puedo poner el oro del mañana en la bolsa del hoy?.

¿Puede el niño  del mañana  nacer hoy?.

¿Puede  la muerte que se producirá mañana proyectar hacia atrás 
su sombra y oscurecer el gozo de hoy?.

¿Debo preocuparme de acontecimientos que quizá nunca contemple?.

¿ Debo atormentarme con problemas que tal vez nunca ocurran?.

¡No! El mañana yace sepultado con el ayer, y no pensaré más  en él.

Viviré este día de mi existencia.

Este día  es todo lo que tengo, y estas  horas son  ahora mi eternidad.

Saludo este  amanecer con exclamaciones de gozo, como a un preso a quien se le conmuta  la sentencia de muerte.

Elevo mis brazos con agradecimiento por este don inapreciable de un nuevo día.

Así también me golpearé  el pecho con gratitud al considerar a todos los que saludaron la salida del sol del ayer y que hoy no figuran
entre los vivos.
 Soy en realidad un hombre afortunado, y las hora de hoy constituyen algo extra, inmerecido.

¿Por qué se me ha permitido vivir este día extra, cuando otros,
mucho mejores que yo, han muerto?.

¿Será que han cumplido  su propósito mientras que el mío está aún inconcluso?.

¿ Es ésta es otra oportunidad de convertirme en el hombre que yo 
sé que puedo ser?.

¿Existe un propósito en la naturaleza?.

¿Es éste mi día para distinguirme?.

Viviré este día como si fuese  el último de mi existencia.

Tengo una sola vida, y la vida nada es sin una medida  de tiempo.
Cuando malgasto  una destruyo al otro.

Si malgasto el hoy destruyo la última página de mi vida.

Por lo tanto, trataré con ternura y afecto cada hora, porque no
retornará jamás.
 No puede conservarse  hoy para ser usado mañana.

¿Quién puede atrapar el viento?.

Asiré con ambas manos  cada minuto de este día y lo acariciaré 
con afecto, puesto  que su valor es incalculable.

¿Qué hombre  moribundo puede comprar el hálito de otro aunque
 esté dispuesto a dar por él todo su oro.

¿Qué  valor asignaré a las horas que me quedan?

Las consideraré inapreciables.

Viviré este día  como si fuese  el último de mi existencia.

Eludiré con ahínco todo aquello que mata el tiempo.

 A la indecisión  destruiré con la acción;

sepultaré  las dudas bajo la fe;


el temor destruiré con la confianza.


No escucharé labios ociosos;

no me quedaré donde  hay manos ociosas;


a personas ociosas no visitaré.

De aquí en adelante  sabré que el cortejar la ociosidad equivale a robar alimentos, ropas y calor de aquellos a quienes amamos.

No soy ladrón. Soy un hombre que siente cariño en su corazón
y hoy es mi última oportunidad de demostrar mi cariño y mi grandeza.

Viviré este día como si fuese el último de mi existencia.

Los deberes de hoy cumpliré hoy.

Hoy acariciaré a mis hijos mientras son niños aún;
mañana se habrán ido, y yo también.


Hoy abrazaré a mi mujer y la besaré dulcemente;
mañana ya no estará y yo tampoco;

hoy le prestaré ayuda al amigo necesitado; mañana ya no 
clamará pidiendo ayuda, ni tampoco yo podré oír su clamor.

Hoy me sacrificaré y me consagraré al trabajo; mañana no 
tendré nada que dar y no habrá nada que recibir.

Viviré este día como si  fuera el último de mi existencia.

Y si es mi último día, será mi monumento más grande.

Este día haré  el mejor  de mi vida.

Este día aprovecharé  los minutos hasta su máximo.
Los saborearé y daré gracias.

Aprovecharé  todas las horas y a los minutos los canjearé 
solamente por algo de valor.

Trabajaré con más ahínco que nunca y exigiré a mis músculos
hasta que pidan el alivio, y aún así continuaré.

Haré más visitas que nunca.

Venderé más mercancías que nunca.

Ganaré más oro que nunca.

Cada minuto de hoy será más fructífero  y fecundo que las  horas de ayer.

Mi último día deberá ser mi mejor día.

Viviré este día como si fuese el último de mi existencia.

Y si no lo es, caeré de rodillas  y daré gracias.


Fuente: EL VENDEDOR MAS GRANDE DEL MUNDO
        Og mandino.    




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