lunes, 4 de agosto de 2014

Nada cambió, yo cambié; todo cambió. _ ( Ariel A Quesada T ) T

SEMILLA # 4463.

HOY APRENDO:



La mayoría de las personas pretenden cambiar el mundo, sin cambiar ellas.
Los otros han de cambiar.
Los de arriba, dicen los de abajo.
Los de abajo, dicen los de arriba.
Los hombres, dicen las mujeres.
Las mujeres, dicen los hombres.
Y comenzamos a intimidar y a presionar.

Dificilmente comprendemos que nadie tiene derecho,

a  obligar  a cambiar a los demás.
Sólo convicción,
sólo entendimiento,
sólo amistad,
puede hacerlos cambiar.

El hombre es el único ser que tiene la capacidad
de cambiarse en sí mismo.

Si no cambian los hombres, nada cambiará.

¿Cambiar el mundo?...
  Empezaré ahora mismo - ¡por mí!



Todos nos hallamos en el mismo barco.
Tenemos que viajar juntos.

Todos los seres humanos, como hermanos,
viajan en el mismo barco.
Son seres humanos que viajan juntos...
El sol baila en el cielo.
Los peces juguetean en el agua.
¡Un sueño maravilloso!


Todos los seres humanos como hermanos,
viajan en el mismo barco del mundo.
Fuertes y débiles, blancos y negros, ricos y pobres,
grandes y pequeños:
Son seres humanos que viajan juntos.
Nadie será arrojado por la borda,
Ninguno irá a parar a la sala de máquinas.
Nadie peleará por el puente de mando.
A bordo de este barco todos se sienten seguros y 
amparados.
¡Un sueño maravilloso!

NADA HA CAMBIADO,
SOLO YO HE CAMBIADO;
TODO CAMBIO.   

Cuidar las  palabras es cuidarse uno mismo;
el que habla mucho se arruina solo.
Pr:13,3





www.semillasdesabiduria.com


Nada cambio,
yo cambié;
todo cambió.


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