BOGOTA COLOMBIA.
HOY APRENDO:
En un mundo en el que domina la fuerza, la coacciòn tirànica
y la violencia sanguinaria, ustedes, en cambio, deben seguir el camino del amor. Asì llegaràn a darse cuenta de que el amor desarmado es màs poderoso que el universo entero.
Martin Luther King.
Ante la fuerza y agresiòn de los violentos, podrìamos caer en una tràgica tentaciòn: ser màs agresivos y fuertes que ellos. Esta es la " ley de la calle", porque dos mil años del cristianismo no han desarraigado de nuestros corazones la ley del "del ojo por ojo, diente por diente" y " el que la hace, me la paga". Esto sigue en vigencia y pareciera que estarà, mientras el mundo sea mundo.
Mi ùnica pregunta serà: ¿La violencia ha hecho sea màs habitable?.
¿La vilencia ha conquistado los corazones para la paz?.
Yo creo que no, aunque me digan que fueron necesarias las bombas atòmicas sobre Hiroshima y Nagasaki para obtener la paz.
No se logrò la paz, sino el fin de la guerra, que no es lo mismo.
Luther King muriò asesinado por los violentos de turno. Desde muchos años , tenìa el presentimiento de que, tarde o temprano, èsta serìa su suerte...o su mala suerte. Los que se juegan como èl, hasta lìmites extremos, llàmense: Cristo, Juana de Arco,Gandhi,
Luther King, Edith Stein o Anna Frank, estàn expuestos. Saben los riesgos de sus conductas. " La calle" està en guerra contra el amor y los enamorados. No soportan la existencia de una flor, sin cortarla, ni de una pared sin arruinarla. No soportan el aire fresco sin contaminarlo. No aguantan la existencia de almas generosas, porque interpelan sus almas nada generosas. Su mera presencia es un dedo acusador.
Siguieron el camino del amor, prefiriendo amar a odiar y, aunque sea triste y desgraciado, aceptando la posibilidad de ser odiados.
El buen ladròn del evangelio dice que èl y su compinche sufren justamente, porque son delincuentes. Y, mirando a Jesùs, afirma con tristeza: " Pero èste...¿què mal ha hecho?" lo declara inocente... Tuvo en sus manos " el amor desarmado", aparentemente fràgil e indefenso, pero poderoso y vivificante. Es un amor contestatario de nuestros desamores.
Y me viene a la memoria la frase bìblica:En nuestra debilidad radica nuestra fuerza.
Fuente: Cada buen sueño, tiene un buen despertar.
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